Una foto. Rojo.
Antes de una foto, vos.
Antes de vos, una foto.
¿Qué hago?
No me sale la letra.
Abrazo, excusa. No. Rojo.
Vieras, crush. Sí. Crush.
364 días en blanco.
Blanco, rojo.
Pupusa. Sonrisa y rojo.
Viento. Sopla lejos.
Rojo. Rojo
Ella. Vestido. Hola.
Sí. Rojo. Entonces.
domingo, 2 de enero de 2011
miércoles, 22 de diciembre de 2010
MORIR(NOS)
Reloj de noche negra, agujas obstinadas. Conciencia ruidosa. Pensar dos cosas, morirme por vos o morirme en silencio. Cursi. Por estos días lo normal es morirse por miedo, no por intento. Hay una canción atrás, se arrastra a mis pies. Luces. Quiero bailar, bailar en vos. Coreografía de manos. Deslizarme. Nalgas, palabra perfecta. Vos, nalgas. Mirarnos a la cara. Decirnos en blanco. Hablaba de morir, cierto. Morir en vos.
Zunga
Zunga
miércoles, 3 de noviembre de 2010
lunes, 25 de octubre de 2010
Jugo de Palabras
Olor, alarma
Sonrisa, deseo
Palabra, placer
Lengua, sed
Manos, provocación
Discurso, prohibido
Realidad, monotonía
Hasta luego, fuego
Una mano, una amiga
Buenas noches, silencio
Sonrisa, deseo
Palabra, placer
Lengua, sed
Manos, provocación
Discurso, prohibido
Realidad, monotonía
Hasta luego, fuego
Una mano, una amiga
Buenas noches, silencio
jueves, 2 de septiembre de 2010
Stephen Hawking y Dios.
En mesa de tragos: "Dios no creó el Universo" dijo Stephen Hawking. "Levántate y anda jajaja" respondió Dios. Y luego siguieron bebiendo.
domingo, 4 de julio de 2010
sábado, 12 de junio de 2010
El hermoso poder de la costumbre
Adam Smith (1723-1790) decía algo como que "en realidad, la atracción o el afecto no son más que simpatía de la costumbre."
Más claro no pudo decirlo. La costumbre forja lazos que no se ven, incluso no se notan, pero uno espera que nunca se rompan. Querer mucho a mi gente se me hizo costumbre, decirlo poco lamentablemente también. Quiero mucho a muchos. A unos más y a otros también. Por costumbre aprendí a querer a los de mi sangre, luego a los amigos y luego a las mujeres.
La misma costumbre me tenía otra sorpresa, otra gente. Hoy tuvo que pasar algo para saber, entender y agradecer que sin mayor esfuerzo quiera a otros que ni sabía que podía querer y que la ausencia de uno es el dolor de muchos.
El horario y la rutina, la costumbre de decir buenos días a tantos. El abrazo, el almuerzo, los sueños compartidos, el baile, el proyecto, la campaña, la madrugada, el brindis y la vieja costumbre del consejo ¡Como putas no acostumbrarme a quererlos!
Estos 4 años por una hermosa costumbre no trabajo con compañeros, trabajo con amigos y ¡puta! a un amigo uno lo quiere, a un amigo uno lo extraña, a un amigo uno lo llora y a un amigo uno nunca lo olvida.
¡Salud viejito!
Más claro no pudo decirlo. La costumbre forja lazos que no se ven, incluso no se notan, pero uno espera que nunca se rompan. Querer mucho a mi gente se me hizo costumbre, decirlo poco lamentablemente también. Quiero mucho a muchos. A unos más y a otros también. Por costumbre aprendí a querer a los de mi sangre, luego a los amigos y luego a las mujeres.
La misma costumbre me tenía otra sorpresa, otra gente. Hoy tuvo que pasar algo para saber, entender y agradecer que sin mayor esfuerzo quiera a otros que ni sabía que podía querer y que la ausencia de uno es el dolor de muchos.
El horario y la rutina, la costumbre de decir buenos días a tantos. El abrazo, el almuerzo, los sueños compartidos, el baile, el proyecto, la campaña, la madrugada, el brindis y la vieja costumbre del consejo ¡Como putas no acostumbrarme a quererlos!
Estos 4 años por una hermosa costumbre no trabajo con compañeros, trabajo con amigos y ¡puta! a un amigo uno lo quiere, a un amigo uno lo extraña, a un amigo uno lo llora y a un amigo uno nunca lo olvida.
¡Salud viejito!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)