viernes, 26 de octubre de 2007

EL ULTIMO PASEO DEL ABUELO

Mientras caminaba por ese pasillo, escuchando la tonada triste que marcaban sus pasos, tuvo un presentimiento, no pudo evitar que en su mente se dibujara el camino a la muerte como él siempre lo imaginó. De niño le dijeron que era un hermoso jardín, lleno de colores y olores, donde la gente que dejó rezagada en la vida acudiría a su encuentro. Él nunca creyó ese cuento y las paredes oscuras y el olor a vacío en nada ayudaban a reforzar esa imagen.

Adelante caminaba su hijo, llevaba prisa. Era domingo de futbol, como olvidarlo.

Llevaba varias noches escuchando las reuniones “secretas” de la familia en la sala del primer piso, se realizaban cuando todos lo creían dormido. Su hijo mayor era quien hablaba más convencido de llevar al anciano a un lugar “mejor para todos”. Su esposa iba a dar a luz a su tercer hijo y necesitaban la habitación del viejo. El mismo hijo mayor que lo trajo a vivir a casa después de muerta la abuela y repartido el dinero de la venta de la propiedad de los abuelos.

“Buenos días señorita”, dijo en tono firme al llegar a la recepción. “Vengo a dejar a mi papá por una temporada, creemos que aquí estará mejor… Si señorita no se preocupe, él también lo cree, a pesar, de que cómo usted dice, la mirada de él no quiera hacer el intento”.

El abuelo sentado viendo a su primogénito hacer el papeleo, recordó como junto a su mujer, lucharon palmo a palmo para sacarlos adelante. Ella con la venta de tortillas, él con lo que les regalaba la tierra sembrada. Recordó como muchos de sus sueños se quedaron para mañana y con el tiempo pasaron a ser ajenos. Él no fue a la escuela, pero se esforzó porque sus hijos lo hicieran y así fue, gracias a las jornadas eternas de trabajo, hasta a la universidad llegaron algunos.

“Los datos, ah sí como no, por acá los tengo”, baja un poco la voz y se los dicta a la señorita.

Al abuelo le pueden decir que es distraído pero no sordo. Él sabía que ese era su nombre, pero las direcciones y referencias que daba su hijo no eran las que el conocía. No le dio importancia, al fin y al cabo sería solo una semana de descanso pagada por la familia mientras remodelaban la casa, al menos eso le habían dicho. Luego regresaría a seguir contando las historias mágicas que tanto gustaron a sus hijos y que hoy pertenecen a sus nietos. Eso, si es que suben de nuevo a visitarlo, hace semanas que dejaron de hacerlo.

“Acá dejo sus maletas, solamente son dos. En una trae su ropa y la foto de la abuela, téngale paciencia señorita, siempre habla de ella”.

Después de recibir un apresurado abrazo de su hijo, se instaló en la habitación que le asignaron, no era tan espectacular como se la habían descrito, aunque tenía una ventana que daba al jardín.

Había mucha gente como él, lo notaba en los horarios de comida y a la hora de la televisión. No se cansaba de hablar de su familia, de lo mucho que se querían. Le molestaba que no le creyeran lo de la semana de retiro, le molestaba que le insinuaran que no volverían por él. Ansioso espero el domingo para rebatirlos.

Han pasado muchos domingos y el abuelo aún habla de su familia, de lo mucho que se quieren. El abuelo quiere no saber lo que siente, lo que presiente. A estas alturas de la vida no teme enfrentarse a la realidad, pero teme decubrir la mentira.

Un domingo, de los que no le importan al almanaque, decidió caminar por el mismo pasillo que recorrió el día que ingresó a “vacacionar”. Lentamente, paso a paso sintió como el color del silencio y el olor a soledad se transformaban en ese hermoso jardín que años atrás le habían descrito, entonces finalmente entendió y se resignó. Sintió la mano de la abuela tomando la suya, lo venía a saludar.

Ese día decidió descansar, era domingo de futbol como olvidarlo, un domingo cualquiera de esos que a nadie le interesa celebrar.

ZunGa

LA VIDA SIGUE

Se frena, se mira al espejo, quiere despojarse, desprenderse a pedazos. No encuentra que es lo que tanto le aqueja. Afuera el ruido de la ciudad ni se inmuta ante su padecimiento. Adentro, en su habitación, el silencio y su rostro frustrado de rutina lo envuelven.
Se frena frente a la silla, su compañera de desayuno pero hoy la ve diferente, ya no son cuatro patas y una posadera, hoy tiene cara de transporte. Ajusta la corbata fuertemente, esta vez un poco más de lo normal. Ruega, reza, pide, llora y piensa… salta de la silla y feliz la corbata aprieta aún más.
Afuera la ciudad no deja de caminar, por ahí se escucha a un taxista peleando con un chofer de bus. Adentro el chillido de un objeto que se mece inerte parece entonar una canción. Afuera la vida sigue, mañana lo inerte es esquela y la corbata una prenda más a la venta en “Cleveland”.

ZunGa

jueves, 25 de octubre de 2007

VIERA USTED

Que tengo unas ganas de decirle tantas cosas, justo ahora, de poder dedicarle tantos detalles.
Viera usted que tengo unas ganas de consentirla, de quererla.
Me quema el deseo de tirarle un par o tal vez tres poemitas de Benedetti en su correo y encantarla. Viera usted lo cursi y dulce que podría ser esta mañana.
Quizá hasta el hartazgo podría yo hacerla sentir muy especial, quizá ya mañana ni siquiera tengamos deseos de vernos, pero en este preciso momento hasta un sentimiento de necesidad surge en mí cuando pasa usted a mi lado.
Viera que usted no me atrae en particular, pero hoy mis “impulsos cariñosos” han amanecido protestando por inactividad acumulada y yo para apaciguarlos he decidido imaginarme que con usted sucede todo esto.
Viera usted que estoy tratando de decirle disfrazádamente que me gusta y así poder echarle el cuento.

ZunGa

FUTBOL Y AMIGOS

Esta va dedicada a todos los que van a los futbol 5 en el ride del relax y disfrutar tuanis con los compas.

PROLOGO
"Que mae tuanis, que loco pura vida, ese brete que? diay ahí poniéndole, la doña que? diay ahí ahí…"

DESARROLLO
"Pasala idiota, no seas mamón!!! Mae que mierda con vos, siempre lo mismo. Ves cagón por tu culpa ya nos hicieron un gol!!!! Mae, imbécil, soltala que tenés 3 marcándote. No jodas, deja de gritarme y pasala bien. Diay playito, patea como hombre así ni a putas metemos un gol. Mierda!!!! ya nos clavaron otro, que la pases mamón!!!
Mae quién le dijo que usted era portero, con costos sabe ponerse el uniforme. Mae yo le dije que no trajeramos a este mae, es una perra!!! No jodas y el compa que usted trajo es peor, ni se aguanta la bola.
Dígamelo en la cara a ver si es tanto, mae me vuelve a reclamar algo y le meto un pichazo, andate para la mierda, yo con vos no vuelvo a jugar, ¡¡¡uy!!! que montón, ni que fueras buenísimo. Vaya a ver quién lo infla y la próxima vez mejor llamo a su hermanita que fijo juega mejor…"

DESENLACE
"Bueno compas, pura vida, que ¿vamos por las frías? dale dale un par de birritas, estuvo buenísima la mejenga. Diay si, la tocamos bonito. Maes la próxima semana hay un retillo ahí los llamo y fijo vamos, Bueno compas, cuidense, nos estamos viendo. Quedamos en eso entonces".

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¡Viva el futbol!

SI, SOY YO

(Escrito hace unos años)

Sí, soy yo
Soy el que mal viste, el del comentario impopular.
Soy el que se ríe, el de las frases sin sentido,
el que les da el gusto de creer lo que se les antoje.
El que se emborracha y transforma,
el que esconde amores .
Soy el que a ratos se asusta de un futuro tan particular.
Soy el que camina por la vida llevando de la mano
una pequeña esperanza que no dejaré de amar.
Soy el indeciso, el tímido, el inseguro,
pero también el valiente, el breteador, el amigo,
el que a ratos viaja en medio del humo.
El que admira unas buenas nalgas y le escribe a las mujeres que se hacen desear.
Soy el que habla de futbol, el que busca las partes absurdas en los diálogos insulsos.
Soy el que se pudre viendo los ritos sociales, aunque guste de participar en ellos.
Soy el que escucha y procesa, el que se enoja con la ignorancia a pesar de vivir con ella.
Soy lo que menos piensas que podría ser,
Soy el susto de tu pobre inteligencia y de tu endeble popularidad.
Soy el que subestimas y minimizas; soy el paso adelante que te esfuerzas en dar.
Soy el imperfecto, el de los errores, el que a ratos se deja ayudar.
Soy el que ayer predicaba y al rato se cagaba.
El que de nuevo, con gusto, volvería a caer en el intento
y a pesar de las rodillas rotas no dudaría en intentarlo una vez más.
Soy el que cree que nunca más se dejará engañar por su propia ingenuidad,
soy el chiste que no quisieras escuchar.
Soy el enfermo, la cura y el mal.

ZunGa

ROBOTICO SOCIAL

Se mira al espejo feliz de lo que es.
Feliz de verse convertido en un Robotico Social.
Ya da sus primeros pasos dentro de la alta sociedad.
No tiene un cinco que lo apadrine y si lo tiene es para comprar las pacas de ropa que vienen de la “yunai”.
Harto de su papel de idiota se quiso mudar de la vida de perdedor.
Robotico Social dice que son “ellos” quienes marcan la moda, los de los viernes, los de los chismes, los de las columnitas de sociedad, los que fueron a la última fiesta de la que nadie puede dejar de hablar, donde se desborda la inteligencia entre caritas de cristal.
Robotico Social ya logró conversar con alguna de las famosas, rápidamente aprende el papel de imbécil, el de la sonrisa de plomo, ya puede limpiarle la alfombra a la modelito.
Ya memorizó el nombre de las mascotas, sabe quien es la más tierna y la más ordenada.
Robotico Social agradece la publicación de esas vitales revistas de conocimiento colectivo, de chiquitas de papel.
Robotico Social ya dejó de hacer fila a la orilla del canal, ya dejó de saludar al gordito de los anteojos y reírle sus chistes para “pulsear” un campito en la columna de los viernes y ver finalmente, su nombre en negrita, entre tantas estrellas, entre tanta moda y “glamur”.
Así se la pasa ahora, definiendo la vida en el siguiente vestido a escoger, entre el caminar fingido y las muecas sociales de un grupo de gente que en su mayoría recorrieron el mismo camino de mi amigo Robotico.

ZunGa

EL JUEGUITO

La jugada normalmente va así: “No, si es que ya tenemos mucho tiempo de salir y vos sabés, cada uno necesita su espacio y la libertad de salir con otra gente a vacilar, las birrillas…Vos sabés lo importante que es no caer en la monotonía, no llevar la relación siempre a lo mismo, además la confianza es la base de esta relación…”
Forma sutil de justificar consecuencias, que tuanis el maquillaje…
Imaginemos por un momento decirlo fríamente a ver como nos saldría: “Mira es que ya tenemos bastante rato de ser novios y vos sabés, en una relación es importante darse espacio para conocer y ver que oportunidad hay de aventurarse con otras personas, vos sabés que a veces tantos besos y practicar el sexo con la misma persona puede llegar a ser aburrido, o sea no es que no te quiera ni mucho menos, además no te vas a enterar, así que técnicamente no te estoy mintiendo, a no ser claro que te de por preguntarme si te soy fiel y me obligués a decirte SI MI AMOR.”
Aclaro, por supuesto que la película la he vividoo. Si hasta protagónicos me han dado, de bueno, de villano y hasta de tonto... Ovacionado por la crítica en unas, abucheado en otras.
El desenlace normalmente es conocido. Un nombre que empieza a sonar más seguido en las conversaciones. Un Él o un Ella, que se vuelve familiar en todos los temas. Un polifacético(a) que tiene la habilidad de calzar en todo lo que se habla; desde el tema de la economía hasta el de la próxima mejenga de la Liga y Saprissa. Un Él o Ella, dibujito de cristal…. cuidado que al rato el nombre se nos puede incrustar.
Abran sus ojos si el jueguito de la distancia no les hace gracia. Ahora si el trato les parece un acuerdo agradable para ambas partes y sus fechorías, pues el asunto pasa entonces por abrir otra cosa…
Ahí vamos, que ya luego cansados, asustados, asombrados o desilusionados volvemos a acercarnos… con dibujos nuevos en el cuerpo. Y en una noche de monotonía y confianza descubrimos que fácil es bajo la excusa del amor, disfrazar ciertas fantasías…

ZunGa

miércoles, 24 de octubre de 2007

LA DEL ESPEJO

El asunto funciona así, nos maquillamos, nos arreglamos, nos miramos al espejo, todo en el bolsillo, todo en su lugar, la imagen en el espejo, la de siempre, esa es la de verdad. Esa es la que no viaja.
Ya luego caminamos por la calle, ya luego en el carro. Sintiéndonos orgullosos de lo bueno(a) que somos, de lo bueno(a) que estamos. Hablándonos acerca de lo cotidiano, de la agenda, de las caras y de las historias de ayer que dejamos listas para completar… la echadilla de cuento en la oficina, el truquillo en la U, ver que se agarra más tarde en los bares, las mentirillas de siempre. La vara de decir y sentirse honesto con uno mismo la vara de no sentir el engaño blasfemo, la doble moral actuando.
Maestros en el arte de transformar las realidades a nuestra conveniencia. Queriendo ser lo que tachamos, queriendo no ser parte de lo que juzgamos se nos pasan las horas y al rato los años, ya luego en una que va y en otra que viene… nos hacemos amigos del engaño
Al rato pactamos con la conciencia, que no fastidie si al final nos creemos el asunto de no ser, siendo. La mentira como alimento, esa que nos engorda la cara frente a aquellos a los que les juramos ser honestos.

ZunGa

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