"Lo siento, no hay nada que hacer, está totalmente destruida. El desgaste es severo y al parecer el daño es irreparable. Bueno, casi irreparable. Conozco de una solución, lo que no sé es sí usted está preparado para seguir el tratamiento. Ya muchos han venido con el mismo problema y con sus mismas características, a algunos les resultó, otros sin embargo no lo lograron". ¡Lo que sea doctor!, le dijo.
El doc anotó la receta en una servilleta, la dobló a la mitad y se la entregó. Eso sí, lo invitó a no leerla ahí mismo. "Tómese su tiempo, tenga calma, piénselo y decídase".
Cabizbajo salió de la consulta, con un miedo terrible acerca de lo que podría ser su futuro. No quiso esperar ni un minuto más. Desesperado abrió la servilleta, clavó su mirada y aterrorizado leyó en una línea, una receta disfrazada de sentencia:
"Su lengua ya no da más. Póngase a trabajar".
Y eso para un LAMECULOS más que la cura sigue siendo un terrible mal.
Zunga
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6 comentarios:
jejeje muy bueno men, aca hay varios que sufren de ese mal en la empresa!! jeje
jeje bueno bueno, no alcanzarían los papelitos doblados pa´la cantidad que hay...
Saludos
Mae no seas guevòn que buen chiste ja ja ja ja demasiado bueno!!!
Salu2 de MEGAPRIMO.
jajajaja que gracioso... me imaginaba otra cosa completamente jeje
Bien bueno, la realidad es que de esos hay en todo lado y joden a los que sí trabajan.
Saludos,
Diay veridico
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