Las que arrojan su desfachatez, las de todos y un ratito de alguno. Las bondadosas del amor. Adoré su descaro y su desprecio. Las amé más de lo que ellas me amaron. Me amaron lo que ellas quisieron y no fueron tantos minutos, ni tantos momentos.
Rebeldes aunque no tenían claro de que se estaban rebelando. Mujeres con un dejo de locas que además toman birra en botella. Dominan cama, sudores y argumentos. Nunca se sientan como se sientan las señoritas, porque eso es de señoritas. Viaje al infierno placenteramente sin regreso. Dueñas de su "sí", fulminantes con su "no". Mujeres que van de frente a la vida, a los hombres y a los placeres.
Hoy... hoy y después de tantos años, ¡maldita sea! muero por topármelas, despedazarnos en un nuevo encuentro. Que vuelvan para limpiar boca y cuerpo. Asco de decencia y rancio pudor. Que vuelvan y exterminen a las de siempre, las que juegan a dos puestos y no generan ninguna emoción.
¡Salud!