De un tiempo acá he llegado a otra conclusión respecto a vos. Me tocará disfrutar de tu piel, tus labios, tus senos, tus nalgas, tus jugos y tu saliva con todo el resto. Compartir tu respiración, tu sudor y el calor de tu cuerpo pintado de rojo excitación.
Tocará compartirte con aquél y con éste, con quién encuentre en un buen discurso, la llave que abre todos tus signos de exclamación. Al fin y al cabo tanta belleza no debería ser contenida y regalada a un sólo cuerpo. Compartirte, más que un acto de debilidad, será mi acto de agradecimiento.
Te compartiré con todos hasta que simplemente dejés de ser mía y yo no sienta nada al verte en los brazos del resto.
Zunga